Mis músculos se han tensado, el dolor a vuelto y la pregunta ha surgido, por qué?
En el cuerpo humano, al igual que en casi la totalidad de las cosas, existe una dualidad que divide nuestro cuerpo en dos zonas difícil de unir pero conectadas: la cabeza y el cuerpo. La cabeza representa a nuestra mente, a la razón; el cuerpo al corazón, al sentimiento. Cuando no hay acuerdo suele suceder que el conector se daña, pues claro: cómo responder a dos cosas distintas a un mismo tiempo?
He descubierto hace algún tiempo que mi mente no siempre es capaz de captar los mensajes escritos por el sentimiento o, en el peor de los casos, no los admite. Por qué?, me pregunto nuevamente. De pronto viene a mi mente el recuerdo del tiempo aquel en que trate de eliminar el sentir a través de la razón, reprimirlo, anularlo, neutralizarlo... es algo que si bien dio frutos hoy me arrepiento de haber hecho y me pregunto como pude ser tan ilusa y pensar que una vida sin sentimiento sería más fácil, más libre, más llevadera. Con el pasar de los años he notado lo imposible que es estar así, que es cien veces más difícil! cómo sobrevivir en este frió mundo sin un sueño, una ilusión, una pasión, sin asombrarse, sin esa alegría loca que poco a poco se convierte en felicidad y me enseña que si bien puede que nunca sepa que es realmente la felicidad me hace sentir que la he encontrado; cómo haberme negado a amar... sin dudas afirmo que el sentimiento más inherente a mi es el miedo. Si, él fue quien me hizo tomar tal decisión... y retroceder en el momento en que di el primer paso buscando un cambio. En estos momentos lucho por cambiar esto, por atreverme a sentir y reconocerlo ante todos, por acabar con esta desintegración de ser que tengo oculto bajo un solo cuerpo.
... y con el dolor que esto provoca (tanto al cuerpo como al alma).
