27/7/12

Sensación ==> Solución

Necesito un pañuelo para poner en el pecho, y así tratar de cubrir el vacío que me agobia durante algunas horas del día.

...

Me siento  cansada, desilusionada. No se si será el cansancio, el sueño o el simple hecho de que hay cosas que no están resultando; el hacerme consciente de que las cosas que más quiero en este momento son prácticamente imposibles, que me miran de forma burlona tras una vitrina donde se muestran deseables a más no poder.
Esperanzas falsas.
Quizá me ilusiono demasiado fácilmente.
Me pregunto si he luchado lo suficiente contra este rechazo.
Me canso. Lo escribo para ver si me descanso de esto.


24/7/12

Descubrimiento en un tejido

Anoche, tras quedarme mirando el tejido que estaba por terminar noté que había una corrida que no coincidía con el patrón. No había otra solución, debía deshacer todo hasta la corrida anterior. Mientras lo hacía note lo fácil que es destruir algo, lo difícil que es retomar los puntos y el tiempo que lleva hacer que todo sea como siempre debió ser...


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...y para todo en la vida es igual...

E.M. Cioran

ESE MALDITO YO 

"Esos instantes en los que basta un recuerdo o menos aún para deslizarse fuera del mundo."


"El hecho de que la vida no tenga ningún sentido es una razón para vivir, la única en realidad."

23/7/12

Mi rabo de nube, mi casa en el árbol

Planeo mi vida, planeo cambios, sueño... se que son cosas que cambiarán mi vida, no se si para bien o para mal, pero lo harán y quiero que así sea. El problema es que los contactos hechos, los correos mandados y las llamadas emitidas me han resultado infructuosas. Para variar el mundo me juega en contra... los nervios me dan escalofríos, y todo por un simple correo, una simple posibilidad. 


Vida, por favor, dame la oportunidad de enfrentarme a mi, a la soledad, a un rabo de nube.



18/7/12

Yo no entiendo a la gente grande...


Yo no entiendo a la gente grande…
Porque tapa la luz del sol.
Quita las flores a las plantas para dejarlas marchitar en un jarrón y enjaula a los pajaritos.
Porque ha pintado todas las cosas de color gris y ha llenado el cielo de antenas y chimeneas.
Yo no entiendo a la gente grande…
Porque se creen importantes por el solo hecho de ser grandes.
Porque no me dejan caminar descalzo ni chapotear en la lluvia.
Porque me compran juguetes y no quieren que los use para que no se rompan.
Yo no entiendo a la gente grande…
Porque le han puesto nombre difícil a todas las cosas sencillas.
Porque se pegan entre ellos o se pasan la vida discutiendo.
Porque quieren tener empleos importantes… y viven sentados en una silla.
Yo no entiendo a la gente grande…
Porque me hacen decir versitos que no entiendo.
Porque me obligan a besar a la gente que no conozco.
Porque están siempre muy apurados y nunca tienen tiempo de contestar una pregunta o de contar un cuento.
Yo no entiendo a la gente grande…
Porque no les gusta sentarse en el cordón de la vereda.
Porque no sienten el placer de perder el tiempo mirando.
Alrededor y son incapaces de dar vueltas en un carrusel.
Porque cuando me porto mal me amenazan con ponerme una inyección.
Y cuando me enfermo me dicen que una inyección me va a hacer bien.
Yo no entiendo a la gente grande…
Porque quieren que coma con horarios…y no cuando tengo hambre.
Porque cuando pregunto algo, me contestan que soy muy chico…
Y cuando pido un chupete me dicen que soy un grandulón.
Yo no entiendo a la gente grande…
Porque siempre se hacen los lindos o los serios.
Porque dicen mentiras y ellos mismos se las creen.
Porque cada vez que me mienten me doy cuenta y sufro mucho.
Yo no entiendo a la gente grande…
Porque me dicen miedoso y ellos me hablaron de cucos y fantasmas.
Porque me piden que sea bueno y me regalan para jugar revólveres, dardos, flechas y escopetas de aire comprimido.
Porque han llenado la casa de cristales, porcelanas y cosas que se rompen y ahora resulta que no puedo tocar todo lo que veo.
Yo no entiendo a la gente grande…
Porque perdieron la ganas de correr y saltar.
Porque olvidaron esas cosas que tanto les gustaban de chicos.
Porque antes de reírse siempre le piden permiso al reloj.
Yo no entiendo a la gente grande…
Porque cuando hago algo malo me dicen "no te quiero más".
Y yo tengo mucho miedo que me dejen de querer en serio

Actitudes = ¿Normas de convivencia?

¿Cómo saber cuales son los límites naturales de una actitud si siempre han sido los mismos en mi?
Es como preguntarse qué persona es normal.
¿Tengo que ser normal?
¿Qué es eso?
El promedio o la moda no son algo significativo en la sociedad, no son representativos, la diversidad es demasiada.
Supongo que uno debería encontrar el equilibrio.
¿Cómo saber cual es el punto de equilibrio si no conozco los extremos?
¿O sólo debo dejarme arrastrar por las normas de convivencia que la sociedad a creado, por el manual de Carreño que nos dice cual es la forma políticamente correcta de tratar a alguien y hacerse ver en sociedad?
... no lo creo...
Ser más demostrativa... ¿o menos?
¿Cómo lograrlo si con unos nace sonreír, hablar y charlar tendidamente y con otros simplemente no?
¿Cómo comportarse parejamente con todas las personas?
Soy una, siempre la misma, que por no dejar de ser yo hace diferencias entre las personas.
Siempre he dicho: trato como me tratan. Si no me siento parte de tu vida, ¿Por qué te habría de incluir en la mía?
No se a donde va todo esto, no entiendo mucho y no se si lo logre alguna vez.
Busco el equilibrio pero no se de donde empezar ni en que justificarlo. Mi pensamiento positivista me exige demostrar que esto es bueno y viable.

Seguiré hablando con la almohada...

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Al final, lo sé, no me miento, no lo puedo negar, es todo culpa del miedo, todo es parte del saber que la marea te lleva, que, como dice Mafalda, el mundo te cambia antes de que tu cambies el mundo.

_ Soy muchas cosas, pero me da miedo que las veas. El mundo ya me ha quitado mucho de lo que era y me gustaba ser. Ya me he decepcionado de muchas personas. Ya le di la oportunidad a muchos de entrar y no les importo dejar todo tirado al irse, sin avisar, sin pensar. Toda la vida. No solo hablo de "amores". No puedo tratar a todos igual. Hay gente demasiado grande, demasiado adulta, se que ya estoy jugando en su territorio pero no quiero ceder. Si no me cuido yo, nadie más lo hará._

17/7/12

Manda (Domingo 15/07/2012)

Hace unos días mi mamá me comentó que este fin de semana irían con mi papá a Reñaca a pagar una manda y me pregunto si que quería ir, respondí que sí, se alegró y me dijo que eso era muy bueno pues la manda fue hecha para que todo saliera bien con mi practica profesional y el examen de titulación. Fue algo tierno de su parte, los dos estaban muy preocupados y posiblemente aún más nerviosos de lo que estaba yo.

Hoy partimos luego del medio día, los tres subidos en la camioneta y mi papá diciéndome que manejara. Siempre me pone nerviosa hacerlo y suelo negarme, pero hoy me convenció. Cambiamos de asiento a afueras de la ciudad y cuando me ubiqué frente al volante recordé que en el camino hay una cuesta terrible. Terror a mi mente, pero ya no podía hechar pie atras, asi que puse primera y partí. No conocía bien el camino y sinceramente no manejo muy bien, asi que le pedi encarecidamente a mi papá que se sentara como copiloto. Realmente, hubo que rogarlo... Por el bien de los tres así lo hizo. Las curvas eran terribles y el paisaje hermoso. Mientras íbamos en subida el desafío de manejar la camioneta no fue tan terrible, pero al momento de descender... ¡valgame Dios! me comió una curva, como dirían algunos. En un par de segundos me vi con un precipicio a dos metros más adelante, un par de camionetas frenando bruscamente a mi lado (y que vale decir venían en sentido contrario) y a mi papá diciéndome "¡FRENA!", por suerte así lo hice. El no saber cómo tomar una curva tan cerrada que además tiene una fuerte pendiente (en este caso descendiente) y la tierra y piedrecillas que habían sueltas en ese preciso lugar del camino me hicieron perder el control y temblar.  Quedamos atravesados al medio del camino. Nada que decir de las chuchadas que me echaron los "señores" que manejaban las camionetas. De seguro se fueron diciendo "mujer tenía que ser". Lo lamento género femenino, nunca ha sido mi intención dejarlas mal paradas. Para mi sorpresa mi papá no se molesto ni me reto horriblemente, todo lo contrario, me dijo que tuviera seguridad, que ya había pasado, que tengo que mirar lo más lejos que pueda en los caminos para ver si vienen curvas o si hay tierra, pues me hará resbalar. Después de este traumático episodio el resto del camino fue nervioso, lento y precavido. 


Sinceramente, lo único que atiné a decirle a mi papá fue que esta si que había sido paga. Con todo el estrés, el susto que se llevó y lo lenteja que soy manejando ya tenía más que pagada la manda. 


Pasada la cuesta cambiamos de asiento y pase a ser el copiloto. Mi mamá, que decía que le gustaba el paisaje y que no quería dormir, se acostó en al asiento trasero y durmió como un bebe desde que mi papá tomó el volante.  Llegamos bien a ver a San Expedito.  Agradecí por la vida, por las oportunidades de aprender y por los lindos papis que tengo. ¡Ah! y, obviamente, por lo bien que termine mi carrera de pedagogía. 



11/7/12

Subiendo



Una imagen no es capaz de captar lo magnifico del lugar en todo su esplendor, la inmensidad de las montañas, lo sublime del paisaje y el vértigo de la altura. Amo de todas formas una fotografía, pues me ayuda a recordar aquello que mis ojos vieron, aquello que mi ser sintió: el casi agradable cansancio de la subida, el cambio de presión en los oídos, el sudor y la lluvia cubriéndome, el tiritar de las piernas y lo hinchado del corazón rebosante de aventura, novedad y sorpresa. 

Her morning elegance


Hermoso stop motion

9/7/12

Cita B

No soy católica, pero esta cita me gusta

“Todas las auténticas transformaciones se fraguan y forjan en el corazón de las personas” (DA 538)

8/7/12

a veces debería hacer esas cosas que no se deben hacer... es casi necesario

2/7/12

Diario de un viajero (Parte V)

Día 1: cansada, falta de energía, aburrida y triste... para mejorar las cosas este asiento no se reclina.
Día 2: Me pregunto por qué la gente sigue pensando que vivo lejos, ¿No notarán, acaso, que ellos viven a la misma distancia?
Día 3: Pienso en nuestras vidas, vidas de eternos pasajeros. Cuerpos, caras y manos que van y vienen. Pienso en el familiar ruido de los motores, en que la estación es nuestro segundo hogar, o, mejor aún, es el ante jardín a nuestras casas. Pienso en las filas, en los horarios, en la limitación de nuestras vidas. (Pienso en tantas cosas que no sé cómo expresarlas en el papel, y mientras más trato de escribirla más ideas llegan y de a poco me olvido de todo, me consumo en el paisaje y pienso en algo más, algo que no escribiré).
Día 4: No se a qué se deberá, pero de un tiempo a esta parte la única forma que tengo para despertar es comiendo, hasta he tenido el horror de comprobar, estando ya lejos (nuevamente) de casa, que las alarmas del celular no sirven. 
Día 5: Es temprano y mucha gente viaja a la capital. Melipilla es, sin duda alguna, una ciudad dormitorio. Muchos autos toman la autopista y sólo dos cajas de peaje funcionan para el público en general. Como en un convenio sin tratos los autos pequeños pagan en la plaza de peaje izquierda mientras los buses pasan a la derecha. Afortunados aquellos que tienen tarjeta de peaje, pues en su caja nunca hay filas. 
Día 6: Se filtra el aire frío... la ventana se abre y cierra veloz al movimiento de las manos. Ha quedado hermética. Por un segundo: aire fresco versus calefacción. Recorremos un par de cuadras y solo pienso en que quiero volver a respirar. (Horrible calefacción máxima)
Día 7: camino rápido, camino rápido, camino rápido... para llegar al trabajo no necesito más que mis pies (y que, de preferencia, el chofer me deje bajar antes de subir al terminal, si no debo correr). 

1/7/12

Podría...

Podría decirte que te extraño a morir, que me siento triste y defraudada por ti, y podría repetirte 100 veces más que me siento una idiota. Si, no para de girar en mi mente la idea de que soy una idiota por creer en alguien una vez más, por atreverme a sentir todas esas cosas que sabia no debía sentir, por no darme cuenta de que por segunda vez ocurrió lo mismo siguiendo la misma cronología. Me siento idiota porque a pesar de lo mal que me has hecho para el alma te sigo queriendo... Me siento idiota porque aún no logro encontrarme, no sé donde quede parada, no se donde perdí parte de mi, porque muy claro esta que a mi "mi" le falta un poco de "yo". 
Podría decirte que tengo un miedo terrible a dejar de ser yo; y que no se mal entienda, cuando digo que no quiero dejar de ser yo no me refiero a que me quiero quedar estancada y no crecer, mas bien me refiero a que no quiero que dejen de existir ciertas cosas en mi, aquellas que siempre me han hecho sentir distinta al resto, que encuentro valiosas y que ningún otro invierno ha podido cambiar. 
Podría agregar que mi mente te ha clasificado como una persona que no escucha mucho, y que de perceptiva y observadora tampoco tiene tanto. 
Puedo corroborar lo distintos que somos, lo distinto que pensamos y lo distinto que creemos. Dios, lealtad y amor parecen tener significados muy distintos en ti y en mi, se nota en el actuar. Con esto no afirmo que los tuyos o los míos estén mal. Pienso que soy la única que siempre tuvo esto claro, confirmo que realmente no me conocías y te cuento que para mi nunca fue problema. Siempre te quise siendo tu. Ser distintos y que exista alguien con más afinidad contigo o conmigo no es razón para "no querer", va en la madurez de tus sentimientos. Re afirmo que no me querías lo suficiente. 
Podría agradecer tu sinceridad, pero dudo de ella. Lo defraudada que me siento es debido a que hasta 4 días antes me seguías tratando como tu "amada" y luego me dijiste que no era así. Yo sé, por experiencia, que uno  no se da cuenta de sus sentimientos en menos de una semana... y si debo elegir cual de las 2 fue mentira, también apelando a la experiencia, elijo la primera. 
Podría contarte que nunca reclame tiempo para mi porque hay cosas que simplemente no se piden. Hace mucho que tomabas nuevos compromisos independiente de que supieras como afectaba nuestra relación... daba lo mismo lo que pudiera decir yo al respecto, lo hacías igual. 
Podría repetirte que yo si sentí que cambie las cosas que debía cambiar, y que lamento que no hayas visto las diferencias en mi actuar. 
Podría decirte lo enojada que me sentí cuando te vi volver a sentarte en la mesa que habías dejado. Ver que dejabas de rondar las otras mesas para "conocer las necesidades espirituales del resto". Ver que volvías a pesar de que habías dicho que querías cortar relaciones con muchas personas que se sientan a diario ahí. Me dio rabia ver que ahora peleas por el lugar que debiste reclamar antes, que debiste cuidar para no sentirte desplazado; que retomas el lugar que te ofrecí y del que tu simplemente pasaste en más de algún desayuno. 
Podría decirte que al fin me enteré de qué cosas hablaba la gente, y que lo lamento... pero que lamente mucho más el que hayas escuchado, y que hasta hayas preguntado opiniones (sea a quien sea que preguntaras).
Podría decirte que como mujer no me siento bien, en un futuro cuando tengas una nueva pareja procura decirle algo bueno de vez en cuando, no solo de resaltar sus ojeras, sus canas, sus lineas de expresión y los granitos que le puedan salir... es difícil valorarse como mujer así...  
Podría decirte que lamentablemente aun te quiero, a pesar de que seas un pésimo candidato... un político cualquiera. 
Podría decirte que, de no haber sido por las frases "no te quiero lo suficiente" y "no eres el tipo de mujer con la que quiero estar" habría peleado, pero es injusto estar con alguien que no te quiere y, por el otro lado, estar con alguien a quien no quieres. 
Podría decirte gracias por todo lo que vivimos juntos, y te contaría que tengo una mente caprichosa que borra recuerdos cuando estos solo me hacen sentir mal... para bien o para mal... 
Podría decirte esto y mucho más, si tan solo me atreviera a hablar contigo. . .  

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Ideas que giran y giran en mi mente, para liberarme un poco de ellas las escribo.
Siempre lo he dicho "soy mala verbalizando mis sentimiento, no siempre digo lo que siento y tampoco digo cosas que no sienta, lo que simplemente es un problema", así que trato de aclarar y despejar mi mente recurriendo a este rinconcito fuera de ella. 

Querida hermana, no te enojes ni me retes, trato de concretizar ideas para poder afrontarlas más claramente y seguir. Eres, prácticamente, mi única lectora, así que puedo estar tranquila al derramar pensamientos... 

 
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