A veces pasa que pensamos que la mejor forma de demostrar a otros nuestro aprecio es despegándonos de algunas cosas queridas, sacrificándonos, dejando para después la salida tan esperada que teníamos, descontando horas de sueño a nuestros días o explotando nuestra mente y nuestro cuerpo al límite para rendir en todo; pero, ¿es realmente bueno ser así?
Yo antes era así, me dejaba de lado con tal de pasar mucho tiempo con personas que para mi eran especiales, hasta que me di cuenta que sacrificar tanto no valía la pena… cuando me “sacrificaba” siempre estaba esperando a que las personas que podían sacar provecho de mis fuerzas alguna vez hicieran lo mismo por mi, pero muy extrañas veces ocurría, por no decir nunca. El estar esperando por que alguien hiciera algo especial era agotador, más agotador incluso que el dejar de lado una salida, horas de sueño o saltarse comidas. Nunca reclame, al menos tenia claro que si hacia algo porque se me ocurría no podía exigir que a otros se les ocurriera hacer lo mismo, no todas las mentes funcionan igual; pero a pesar de eso dolía y cansaba.
Creo que fue aquella tarde en que alguien me dijo que prefería aprovechar mejor el tiempo libre que tenia a viajar para verme un rato cuando caí en cuenta de que no vale la pena sacrificar tanto. Admito que gracias a esos sacrificios pasé muy buenos momentos, pero ahora también admito que es mucho mejor ser un poco egoísta a veces. Pensar en uno, por que la verdad no hay muchos que piensen en uno… la mayor parte de la gente piensa solo en su bienestar y si yo también estoy pensando en su bienestar ¿Quién piensa en mi?
(no quiero ser desagradecida, mi familia esta excluida de este esta reflexión casi completamente gracias a Dios, y uno que otro amigo)
Quizá soy desconsiderada y no note sacrificios que pueden haber hecho las personas por mí, como ellos también pueden no haber notado lo que hacia; en fin, espero no ser muy injusta.
No digo que no haya que dejar de hacer cosas por el resto de las personas, por los que uno quiere; sino más bien tratar de pensar bien cuando hacerlo, no convertir un momento grato en un flagelo. La idea no es hacer algo y luego pensar “no valió la pena”, “¿por qué solo yo siento que doy?”. No dar siempre, hay que aprender a contenerse y a recibir, creo que así se aprovecha más.
Bueno, eso es lo que estaba pensando ahora… no se si tendré la razón en todo lo que dije, o si cambiare de parecer, es solo lo que pensaba en este momento tratando de distraer mi mente. Siento que quedo mucho por decir y que mis pensamientos son desordenados, espero se entienda lo que quise expresar.
