El viernes suele ser un día de farra, pero eso no va mucho conmigo... suelo no hacer mucho... pero esta vez fue distinto, este viernes fue entretenido y cultural.
Comienza la travesía en el cementerio general de Santiago, rodeados de difuntos famosos, mausoleos gigantes, escabrosos, originales, artísticos, antiguos; dividido en sectores tétricos, desolados, alegres, misteriosos y bellos. Para termina sentados sobre galerías, muertos de frió, en un lugar abierto escuchando, de forma gratuita, la opera Carmen, disfrutando de su pasión, colorido y fuerza. Ambas cosas sumamente interesantes, entretenidas, llenas de historia y cien por ciento fuera de lo común.
La compañía: excelente, que más se podría decir... gracias por la invitación.
31/3/08
Momento cultural
Publicado por Baron en 23:10
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