Lates fuerte, incansable, rápido...
te asusta el ritmo, ese ritmo que no es tuyo, que hace tiritar tu cuerpo y te quita las fuerzas.
Si no lo has notado, nosotros también temblamos contigo y nos asustamos, es inevitable.
Los abrazos nos calman, las manos juntas también.
Lo bueno siempre ha sido que en la caos podemos encontrarnos en la búsqueda de la calma.
2 comentarios:
No nos vimos nunca pero no importaba, mi hermano despierto mientras yo dormía, mi hermano mostrándome detrás de la noche su estrella elegida.
Julio Cortázar
Los dos en el mismo lugar, compartiendo sin compartir.
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