Cuerpo, mente, sueño

Ojos que miran, oídos que escuchan y manos que palpan.
Un cuerpo vivo.
Un corazón que late.
Algo dentro de la cabeza gira.
Bajo las mantas el mundo es tibio y acogedor.
El sueño traslada al ser a un mundo sin mundo.
Dormir es ameno.
Mi cuerpo vivo solo quiere dormir.
Mi mente que gira y mi corazón que late también lo quieren.
Cuando duermes no hay vacío en el pecho.
Cuando duermes no escuchas.
Cuando duermes el dolor no duele.
Cuando duermo no sueño.
(Desaparezco)
A veces ronda la duda de si los sueños construyen o destruyen.
Las ideas, los sueños y las palabras son usados para crear o destruir.
Las ideas, los sueños y las palabras muchas veces me aterran.
Cuando no puedo dormir me calman los abrazos, los besos y la música.
Dicen que la música calma a las bestias...
¿Soy una bestia?
Quiero a quien me quiere.
Y a quien no me quiere también.
Extraño.
Miro, escucho, palpo y extraño.
A veces quiero hablar y no hablo.
A veces quiero llorar y no lloro.
A veces no quiero sentir y siento.
Para entender a los otros es necesario auto analizarse.
Para entenderse a uno hay que analizar a los demás.
Para principios distintos ¿Servirá?
¿Y si no pertenecemos al mismo conjunto?
Creo que nos separa el uso de las ideas, de los sueños y de las palabras.
Los lentes que nos anteponemos al mirar.
Los cristalinos vienen en distintos colores.
A veces se sufre de cataratas.
Somos gente que comparte lo mismo sin ver lo mismo.
Me pregunto si mi verde es tu verde, o si solo lo llamas así por que alguien te lo dijo, como a mi.
Me pregunto como veía mi verde esa persona.

Suma y sigue...
sigue en mi mente,
donde algo más da vueltas.