Tantas lunas... ( escrito el 25 de septiembre)

y ninguna publicación.

Han pasado tantas cosas en mi vida!
entre esas el hecho de que ya no tengo libre acceso a la Internet.
Esto debido a otro hecho muy importante: he comenzado a vivir sola, en la gran capital, donde todo es cemento, donde el aire en las mañanas es igual de insoportable y contaminado que a las 6 de la tarde, donde el cielo no es azul, donde las montañas se esconden tras la densa capa de smog, donde no esta mi familia, donde no hay nadie que me abrace al llegar a casa.
¿Suena terrible cierto?
y la verdad es que a veces lo es.

Pero, por algo me mude. Los motivos, la verdad también son muchos. Por ejemplo, puedo nombrar las horas de sueño, me levanto una hora más tarde; camino todas las mañanas, no llego tarde al trabajo, puedo ir a clases de tango y salir con amigos sin preocupar de si algún ser amable me dará cobijo o si tendré que correr o irme antes para poder tomar el bus. Como ya no ando en los últimos buses ya no me siento culpable de que mi papá se quede durmiendo en el sillón  esperando para ir a buscarme. Puedo ofrecer alojamiento a mis hermanos. Tengo el tiempo y la soledad suficientes para reflexionar sobre la vida.

(y hasta ahí quedo, Internet se cayó y no hubo nuevas oportunidades de publicar hasta hoy...)