Rápido corres rozando mi rostro con tu etéreo ser.
Tu susurro me trae historias de tiempos y lugares en que no he estado,
historias indescifrables, en un idioma que no entiendo...
Tras el contacto me pregunto cuántos cantos llevas en tus brazos,
cuántas almas corren junto a ti,
cuántos gritos has robado, enmudecido, repetido, esparcido o apagado,
cuántas cosas has visto y cuántas más podrás ver desde las alturas, desde mi altura, desde el suelo, todo de una vez ...
Sea cuanto sea,
ahora es de mí de quien algo te llevas.
Y es más que un par de preguntas
...
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